8 jun 2017

La felicidad convertida en perro

Pues sí, amigos, esta es mi cara de felicidad gracias a mis papis. Me llevan de aquí para allá casi siempre con ellos. Digo casi siempre porque también es cierto que a los perrines hay algunas cosas que no nos gustan demasiado como son los mogollones de gente, sobre todo si eres pequeñito y te pueden pisar o el ruido excesivo. Para eso, es mejor que nos dejen en casa descansando y durmiendo siestas, que luego podemos volver a estar todos juntos y pasarlo pirata.
Rock&Guau!

No hay comentarios:

Publicar un comentario