Tossa de Mar no es para perrines

Este fin de semana hemos estado en Tossa de Mar intentando descansar un poco, pero el tan ansiado descanso no ha llegado porque nos hemos dado cuenta de que estamos en un lugar que no es demasiado amable con los perrines. Por supuesto que hablo desde mi experiencia. ¡Jope! Cada 5 metros había un cartel con la señal de prohibido perros o carteles por todas partes de que hay que recoger las cacas (¡como si fuera de otra manera!) bajo sanción. Por supuesto, que en la playa no somos bienvenidos de ninguna manera, aunque a primerísima hora de la mañana, me llevo el papi a darme un baño y para hacerme la foto correspondiente, pero hablando con dueños de otros perrines que viven allí, casi todos o habían sido multados o advertidos por la policía local.
En serio, ¿tan difícil es habilitar un trocito de costa para que podamos disfrutar de un baño con nuestros papis y jugar con la arena? Sin embargo, a la playa pueden llegar los barcos turísticos a cargar gente deseosa de ver el fondo marino cómodamente sentados o algunos "puercumanos" que hacen botellón por la noche y dejan sus "deposiciones" en forma de colillas, latas, botellas de vidrio y basura en general.
Rock&Guau!