Hoy os presento el parque de los Pintasilgos en Olivenza, Badajoz. Durante los días que estuvimos allí se convirtió en mi piscina privada porque a pesar de los toldos que habían puesto y de ser septiembre, seguía apretando el calor que no veáis. Además, como había césped, me volvía loco jugando a la pelota. Y lo mejor de todo es que podíamos ir todos juntos porque había un montón de columpios para mi "sista".
Rock&Guau!
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