27 sept 2016

Peniche, o meu amor é marinheiro

Estas vacaciones hemos ido a Peniche (Portugal) aunque hemos parado en Madrid y en Olivenza (Badajoz) porque el viaje es largo y la hermanita humana aún es muy pequeña para calzarle 1.300 km del tirón.
En esta foto estamos en la playa de Gâmboa en Peniche, una playa urbana preciosa, al pie de una de las murallas fortificadas de la ciudad. Hemos descubierto Peniche gracias a que tiene la única playa autorizada para perros de Portugal, la playa de Portinho de Areia Norte. Aunque descubrimos hablando con los locales que los perros pueden ir a las playas que no cuentan con vigilancia. Si tienen servicios de socorrista, mejor irse a otro lado porque las multas por estar allí cavando zanjas y dándome chapuzones son fuertes.
Por otro lado, los perrines no podemos entrar en los restaurantes, aunque somos tolerados en las terrazas y tenemos estrictamente prohibido visitar la reserva natural de las islas Berlengas. Pero tampoco pudimos ir porque los barcos que salen de Peniche, sólo funcionaban hasta el 15 de septiembre y llegamos justo ese día. Una lástima por los papis, pero dice el papi que volveremos seguro a esta zona porque nos gustó tanto que los papis decidieron quedarse otros 3 días más de los que teníamos previstos.
Rock&Guau!

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