Este finde he estado malito del estómago y los papis me han tenido a dieta estricta. Todo empezó el viernes que no me pude aguantar más y me hice cacotas líquidas en casa. No veáis qué vergüenza me dio, y eso que avisé al papi, pero no me dio tiempo de que me sacase. Volví a hacer tres veces, pero es que no era capaz de aguantarme. Los papis no me riñeron, más bien me fueron a comprar jamón york sin sal y me cocinaron arroz para ver si se me pasaba. Pero el domingo cada vez que salía estaba descompuesto o con un tapón. Menos mal que los papis me han mimado mucho, incluso me han dejado arropado en el sofá. ¡Cómo les quiero!
Rock&Guau!
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