En mi caso, ya hace 2 años que me quitaron los huevitos porque justo cuando cumplí el año me volví un chuleras con otros perrines machos y cada vez que olía un celo, me volvía loco, tanto, que hasta un día me escapé de papi y tuvo que estar un buen rato buscándome. La mami siempre fue partidaria de operarme porque era en mi beneficio: menor necesidad de buscar perrina, más bajos niveles de chulería, no hay posibilidades de desarrollar tumores en testículos y mil ventajas más. Claro que es una operación y, además de costar un dinero, hay que estar unos días con medicación, pero merece la pena porque ahora yo estoy más tranquilo, voy a mi bola, soy todo amor y sigo con mi carácter independiente y simpático, de hecho, el carácter es lo que no ha cambiado. Lo único que tengo que controlar es el sobrepeso porque, aunque me encanta correr y nadar, también me encanta comer jamón york, pienso, chuches y todo lo que caiga al suelo (no lo puedo evitar).
De todos modos, lo mejor, más que leer blogs y opiniones por internet, es que consultéis con vuestro veterinario de confianza, ya que nadie mejor que él/ella para orientaros sobre vuestra amada mascota.
Rock&Guau!
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