La familia humano-perruna hemos aprovechado para ir a ver a una parte de la familia que vive en Palencia y como el papi no conocía la ciudad, estuvimos haciendo un poco de turismo por la Bella Desconocida. Y de repente, paramos en la Iglesia de San Lázaro (porque otra cosa no, pero en Palencia hay iglesias para aburrir) y aquí estoy con el santo que dicen que es el patrón sanador de los animales. Eso sí, los perrines no podemos entrar en la iglesia de su mismo nombre (por dejar los términos claros).
Una recomendación si vais con perrines a Palencia: es difícil pasear por la ciudad porque todo es cemento, mejor irse a la zona de la Ribera del Río Carrión, un parque enorme donde podemos movernos a nuestras anchas, incluso darnos un baño, sobre todo en los calurosos meses del verano castellano.
Rock&Guau!
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