¡Hola, amigos! Como podéis leer, ya he vuelto de mis vacaciones por Cantabria. Lo cierto es que se han alargado un poco porque la abuelita humana está pachucha y la familia humano-perruna hemos estado cuidando de ella. Al final, los papis no han tenido vacaciones yendo y viniendo del hospital, pero como el papi me quiere mucho y sabe que me encanta bañarme y correr detrás de la pelota, me ha llevado a dar paseos geniales por los alrededores de Santander.
Aquí me tenéis de paseo por la Península de la Magdalena, un lugar en el que los perrines debemos ir atados, pero fuera de temporada alta y con baja afluencia de gente nos dejan un poco de margen para correr a nuestras anchas. Eso sí, papis y mamis, no dejéis por ahí nuestras cacotas para que podamos seguir disfrutando todos.
Rock&Guau!
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