Ya estoy por la calle. Desde primera hora, aquí me tenéis en el parque de Mataleñas, un lugar precioso al lado de una de mis playas favoritas. Siempre vengo temprano con el papi pero hoy más porque parece que hoy va a hacer mucho calor como ayer y así me puedo refrescar un poco. Hoy quería dar a los humanos un tirón de orejas porque como sabéis ya ha empezado la temporada de baño en las playas, por lo que los perrines ya no podemos pisarlas durante el día, aunque a primerísima hora como voy yo no dicen nada, más que nada porque la policía local aún está durmiendo. Pues bien, observo con estupor los cochinos que son algunos humanos: latas de cerveza, papeles, envoltorios, compresas, condones, botellas de cristal rotas, colillas de cigarros... es todo lo que nos solemos encontrar el papi y yo, incluso hablando con alguno de los barrenderos, uno de ellos, durante la temporada de verano sube por los 156 escalones de la playa de Mataleñas hasta ¡12 bolsas! con la basura que recoge en la arena. De verdad, algunos podréis decir que es su trabajo, pero pensad que al final, este es el planeta en el que habitamos y es nuestro deber cuidarlo para dejarlo como herencia a generaciones futuras.
Rock&Guau!
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