La hermanita humana está aprendiendo a subir escaleras y yo como buen hermanito perruno vigilo sus pasos. Ya sabéis, está en pleno proceso de aprendizaje, por eso a veces me suelta algún copo o me engancha de las orejas o el rabito, pero los papis la riñen y le dicen que a Walter hay que quererlo y acariciarlo y yo me derrito de amor. Y lo que más me gusta de todo es cuando ella dice con su lengua de trapo: "¡Alter! Ven, ven". Después de papá y mamá es la tercera palabra que ha aprendido.
Rock&Guau!
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