El Moncayo, Bécquer y yo

Este fin de semana ha sido muy divertido para todos, aunque ha hecho mucho calor, pero los calores se han controlado yendo a un riachuelo a bañarme. La familia humano-perruna hemos estado en Vera de Moncayo y nos hemos alojado en un hotel rural muy chulo y familiar donde me han tratado como a un rey: me han dado muchas chuches y me han dejado moverme a mis anchas por la casa y el pueblo, lo que se agradece, sobre todo, con un perrín tan bueno y simpático como yo. El lugar se llama La Alcoba de Bécquer y es más que recomendable, ya que la familia que lo lleva es increíblemente amable y muy tolerante con los perrines, aunque también yo he desplegado mis encantos perrunos, jeje.
Además, hemos descubierto una comarca muy poco explotada turísticamente, pero que merece mucho la pena por su encanto, la naturaleza que la rodea: el papi y yo hemos visto pasar delante de nuestros hocicos a corzos, buitres, conejos y pajaritos varios. Maravilloso.
Rock&Guau!