Aquí estoy en Cabo Mayor, Santander, haciendo con el papi la senda que va desde detrás del hotel Chiqui al final de la playa de El Sardinero hasta el faro de Cabo Mayor y os debo recomendar esta excursión tanto para pasear con nosotros como para dar un paseo precioso recorriendo el litoral santanderino.
Además, vamos a pasar por una de mis playas favoritas: la de Mataleñas, a la que hay que bajar las 156 escaleras para darse un baño, pero me compensa, sobre todo a primera hora por la tranquilidad que reina.
Y antes de llegar al faro, hay una campa enorme que el ayuntamiento ha habilitado como pipican , aunque sólo hay una papelera, no dispone de fuentes ni otros servicios, así que mejor llevar un poco de agua porque no la encontraremos en todo el recorrido. De todos modos, se agradece correr por una zona de hierba esponjosa y jugar con otros perrines. Por cierto, no olvidar recoger nuestras cacotas, que aunque sea pesado con esto, aún hay humanos que no acaban de entender que si todos recogemos, las ciudades se convierten en más limpias y la convivencia mejora.
Aquí me tenéis en mi momento zen tras el baño en la playa y unos cuantos lanzamientos de pelota.
Rock&Guau!
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